ETFs. Una inversión sencilla para toda la vida

ETF
Imagen de Markus Winkler cedida por Pixabay

Es probable que hayas escuchado alguna vez hablar sobre los ETFs como instrumento de inversión ya que su popularidad ha crecido durante los últimos años. También es posible que tengas una idea vaga o nula de lo que son.

No te preocupes. Te lo explico en este artículo. Quédate.

1. ¿Qué es una acción?

Para empezar a entender lo que es un ETF tenemos que dar unos pasos hacia atrás y entender primero qué es una acción. Ya lo expliqué extendidamente en este artículo de aquí

Resumiendo, una acción bursátil es una participación de una empresa cotizada en bolsa. El accionista, poseedor de una acción, se convierte así en el propietario parcial de dicha empresa, en la proporción correspondiente según el número de acciones que posea.

A mayor número de acciones, mayor será su cuota de propiedad en la empresa 

Lógicamente, con sus beneficios y sus pérdidas. 

¿Cuál es el principal problema de una acción?

En primer lugar, es posible que no tengamos los conocimientos adecuados ni el tiempo necesario para escoger la mejor acción del mercado entre toda la jungla de centenares de miles de empresas que cotizan. 

Y, aunque así fuera, no es una buena idea depender exclusivamente de una única acción tal y como el sentido común nos indica. Recuerda el dicho:

No poner todos los huevos en la misma cesta

Ciertamente, el riesgo de que esa empresa seleccionada caiga en bancarrota o no le vaya tan bien como nosotros habíamos calculado es enorme. En el peor de los escenarios, se podría perder todo el capital invertido. 

Si en lugar de ser accionista de una única empresa, se tienen acciones de 100 empresas diferentes, el riesgo asumido disminuye automáticamente. Ahora si una empresa se declara en insolvencia, o incluso si lo hicieran 20, el resto de las empresas que configuran nuestro portfolio amortiguan el golpe.  

A este fenómeno se le denomina diversificación. Revisa el artículo de las reglas básicas para empezar a invertir

Decidir comprar 100 acciones, determinar exactamente cuáles, en qué proporción, de qué sectores, de qué países… puede resultar tedioso. Y caro, si en cada compra tengo que pagar las comisiones de mi bróker y de la bolsa. 

Por eso, surgió la idea de los fondos de inversión

2. ¿Qué es un fondo de inversión?

Es un conjunto de acciones de diversas empresas cotizadas en el que numerosos inversores depositan su dinero de manera regular. 

Esa cesta común, el fondo, invierte en todas las compañías que lo constituyen según unos criterios previamente establecidos por la gestora del mismo, con la intención de obtener el máximo rendimiento posible.

Así, con pequeñas cantidades de dinero mensuales se compran (y se venden) numerosas acciones que permiten una diversificación adecuada. 

IMPORTANTE reseñar que las acciones de ese fondo son de la PROPIEDAD DEL ACCIONISTA, no del fondo ni de la gestora del mismo. 

Si la gestora del fondo entrara en quiebra, las acciones permanecerán en nuestro poder, adjudicándose otra gestora que se hará cargo de ese fondo.  

¿Cuál es el problema de los fondos de inversión (gestión activa)?

Ya hemos señalado que la selección de acciones de diferentes países, sectores, tamaños… puede resultar muy complicada. Para el correcto análisis de todos esos datos se requiere mucho tiempo y mucho conocimiento. 

Como norma general, las gestoras de estos fondos cuentan con numerosos trabajadores altamente cualificados que buscan las mejores oportunidades y deciden ACTIVAMENTE en qué empresas invierten o desinvierten. Y, claro, esos trabajadores tienen suculentos sueldos que son trasladados al cliente final, es decir, a nosotros. 

Eso concretamente es lo que hacen los bancos y las aseguradoras al ofrecernos productos con elevados costes (gestión activa) disminuyendo nuestro rendimiento final. A lo largo del tiempo, ese 1-2% de comisión anual que pagamos más las comisiones iniciales por apertura suponen miles y centenares de miles de euros que perdemos

Con el apoyo de la tecnología, se pudo dar una vuelta de tuerca al sistema y surgieron así los ETFs. 

3. ¿Qué es un ETF?

ETF son las siglas inglesas de Exchange Traded Fund, que lo podríamos traducir como Fondo de Intercambio bursátil. 

Un ETF es un tipo de fondo de inversión cotizado en bolsa que replica un índice bursátil determinado

Un índice bursátil es un constructo matemático que aglutina unas empresas cotizadas en bolsa que cumplen unos criterios previamente definidos (país, sector, región, tamaño, impacto medioambiental…). 

Por ejemplo, el índice IBEX 35 reúne a las 35 empresas más importantes españolas según su valor de capitalización o el NASDAQ 100 junta las cien empresas del sector tecnológico más grandes de Estados Unidos.

Hay índices de todos los colores. Yo mismo podría crear un índice en el que agrupara a todas las empresas cotizadas mundiales que empiecen con la letra M. Evidentemente éste es un criterio que carece de sentido financiero, pero lo podría hacer. 

Los índices más importantes son: 

  • Globales
    • MSCI World: 1600 empresas de los 23 países más industrializados (EE.UU., Japón, Reino Unido, Alemania, Suiza, Francia, España, Canadá…)
    • FTSE Developed Index: más de 2100 empresas de 25 países industrializados. 
    • MSCI Emerging Market / FTSE Emerging Market: Empresas de países emergentes (China, Brasil, India, México, Sudáfrica…)
    • MSCI ACWI / FTSE All World: Acciones de todos los países del mundo con libre mercado. Por tamaño, constituye le 99% del mercado global.
  • Regionales
    • Euro Stoxx 50 / Stoxx 600 Europe: Respectivamente, las 50 y 600 empresas más importantes europeas.
    • MSCI Europe / MSCI Asia / MSCI Africa: Empresas del continente específico
    • MSCI Latin America / MSCI South-East Pacific
  • Nacionales:
    • S&P 500: Estados Unidos
    • FTSE 100: Reino Unido
    • IBEX 35: España
    • CAC 40: Francia
    • DAX 40: Alemania
    • Nikkei 225: Japón
    • CSI 300: China
  • Sectoriales
    • NASDAQ 100
    • Dow Jones (industrial avarage): las 30 empresas industriales más importantes de EE.UU.

A diferencia de otro tipo de fondos, los ETFs al poder ser comerciados en la bolsa proporcionan liquidez. Además, su gestión es pasiva. Ya no son trabajadores altamente cualificados los que gestionan el fondo, sino ordenadores potentes que simplemente reproducen lo que hace el índice. 

Si mi ETF -por ejemplo- replica el DAX 40, la gestora no necesita investigar qué empresas tienen que comprar y cuáles vender. No queda otra alternativa que comprar exactamente y en la proporción correcta esas 40 empresas concretas. Estos procesos se automatizan y se prescinde del sueldo de esos trabajadores, abaratando los costes al consumidor final. 

Los costes de un ETF pueden rondar entre un 0,05-0,3% p.a.

Existen algunos ETFs más exóticos con unos costes anuales del 0,6-0,75%, pero aún muy lejos de los fondos de gestión activa (1-2% anual). 

Con otras palabras, un ETF es un fondo que contiene un conjunto de empresas con un criterio común y que replican pasivamente la evolución de un índice bursátil determinado, teniendo unos costes muy baratos. 

Se queda con las ventajas de las acciones y de los fondos: liquidez, rendimiento y diversificación a la vez que reduce los inconvenientes de ambos: riesgo y costes. 

Tabla 1: Ventajas de un ETF con respecto a las acciones y fondos de inversión activos.
Elaboración propia

Se puede decir que un ETF es una versión mejorada de un fondo de acciones.

4. Estructura de un ETF

Cada gestora del ETF está obligada a proporcionar una información detallada de la composición del fondo a los futuros inversores, así como los rendimientos pasados y una declaración de riesgos. En esa hoja informativa (factsheet) debe incluir como mínimo los siguientes campos con respecto a la estructura del ETF. 

  • Nombre completo del ETF
  • Nombre de la gestora
  • Índice de referencia al que replica
  • Auditor independiente que verifica las cuentas y los resultados
  • ISIN (International Securities Identification Number), Número de Identificación internacional de valores financieros. 
  • Número de posiciones que contiene y su distribución por países y sectores. 
  • Sistema de replicación: física o sintética 
  • Tipo de distribución de dividendos: acumulación o reparto entre los inversores. 
  • Fecha de creación 
  • Domicilio fiscal 
  • Moneda
  • TER (Total expense ratio, costes totales)

5. Ventajas y desventajas de los ETFs

VENTAJAS

  • Bajo coste (TER entre 0,05-0,5%) 
  • Buena diversificación
  • Rentabilidad del mercado (7%)
  • Mucha liquidez. Fácil de vender.
  • Automatización 
  • Facilidad de gestión
  • Fácil de entender 
  • Garantía de capital 
  • Accesible a todos los inversores, incluso los pequeños

DESVENTAJAS

  • No vencen (ni pierden) contra el mercado. Sólo lo reproducen
  • Largo plazo (>15 años) 
  • Pérdida del derecho a voto (poder político) → asumido por la gestora del fondo

6. ¿Qué ocurre con los dividendos en los ETFs?

Como ya vimos en el artículo dónde explicaba qué es una acción, se estableció que el inversor al comprar una acción adquiere automáticamente dos derechos: 

  • el derecho político (voto en la Junta de Accionistas) 
  • el derecho económico (obtención de dividendos en su caso) 

Como se acaba de mencionar en el apartado anterior, cuando se invierte en un ETF se cede el derecho político (poder de decisión) a la compañía gestora del fondo (Blackrock, Amundi, Vanguard…), que vela por los intereses de todos sus inversores y del suyo propio. 

Sin embargo, el derecho económico es inalienable y no puede ser retirado a un accionista, siempre y cuando la empresa en cuestión decida repartir los beneficios (que no es obligatorio). 

Como en un ETF hay muchas compañías que reparten dividendos, se debe establecer con claridad cómo se van a gestionar los mismos. 

Por ese motivo, existen dos tipos de ETFs: 

  • Acumulación: Los dividendos se vuelven a invertir automáticamente en el fondo. En este caso, los inversores no ven los dividendos en su cuenta bancaria. 
  • Distribución o reparto: Según la regularidad establecida (mensual, trimestralmente, semestralmente o anualmente) se reparten los beneficios entre todos los inversores del fondo. 

¿Qué opción es mejor? 

Es difícil dar una única respuesta y depende de las preferencias de cada uno. De hecho, es un recurrente debate entre los foros de finanzas. 

Desde un punto de vista matemático puro, los ETFs de acumulación son los más eficientes ya que se aprovechan mejor del interés compuesto (el interés de los intereses). Como el dinero no llega a salir del sistema (se reinvierte automáticamente), la bola de nieve se hace cada vez más grande irremediablemente. Además, no pasa por la caja de Hacienda constantemente al considerarse ganancias virtuales y no realizadas (ganancias no consolidadas). 

En cambio, psicológicamente, los ETFs de distribución facilitan a los inversores, especialmente a los más inexpertos, mantener su motivación en la inversión durante más tiempo, ya que pueden comprobar por sus propios ojos que el sistema funciona cuando reciben de manera regular un dinero adicional y creciente por su activo. 

No sería la primera vez que un inversor sin la suficiente experiencia vendiera sus activos tras una fuerte caída en bolsa. Cuando el miedo o el pánico entran en juego, no se toman las mejores decisiones racionales. Los ETFs de acumulación pueden sufrir este problema y pueden ser vendidos en situaciones adversas a pesar de ser los más eficientes matemáticamente. 

Sin embargo, el inversor que recibe sus dividendos regularmente (obtiene un premio real cuantificable) es más reacio a vender ante la misma situación adversa del mercado. Manteniendo sus posiciones en su cartera, permite que el interés compuesto juegue a su favor a lo largo del tiempo y consigue mayor rendimiento que el que vendió por miedo. 

Como ya se mencionó, el tiempo que se está invertido es esencial.

A mayor tiempo, los rendimientos son mayores al aprovecharse del interés compuesto

Otro argumento a favor de los ETFs de distribución es que cuando llegue la fase de desinversión, el inversor no tiene que vender automáticamente todos sus activos para convertirlo de nuevo en dinero físico (liquidez). 

Los ETFs de acumulación (y las acciones sin dividendos) deben ser vendidos progresivamente (descapitalización) para poder ser efectivos. Es decir, una vez llegado al punto álgido de la inversión, el inversor tiene que ir deshaciéndose de activos cada vez, teniendo menos patrimonio. 

Como siempre, todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes. 

En mi caso particular, mi cartera está compuesta por algunos ETFs de acumulación y otros de distribución. 

Los dividendos que recibo en mi cuenta los reinvierto en ese mismo fondo o en otro activo si tengo que rebalancear la cartera. Bajo un poco mi rendimiento (al pagar impuestos), pero siento que los dividendos me ayudan para querer seguir invirtiendo más.

7. ¿Cómo elegir un ETF?

En la actualidad hay miles de ETFs que podemos elegir desde Alemania. Por tanto, se hace necesario establecer unos criterios para tomar una decisión entre tanta variedad. 

Dependerá de nuestras necesidades personales y cómo éstas se alinean con la distribución de nuestra cartera. 

1. Índice que se quiere replicar 

Es el primer paso, el que marca el camino. Generalmente, el núcleo de una cartera equilibrada debe estar constituido por índices globales para aprovechar mejor así la diversificación. 

Los índices regionales o de sectoriales pueden representar una parte satélite con la que el inversor se sienta más cómodo o intente ganar al mercado.

En otro artículo futuro, presentaré diferentes combinaciones de crear una cartera con ETFs.  

Si no puedes esperar y tienes preguntas, no dudes en contactar conmigo. 

2. Tamaño y año de creación del fondo 

Al menos de tener 100 millones de euros de capitalización y 3 años de operación. Esto evita seleccionar fondos muy pequeños y aún poco estables que quizás no sobrevivan, fundiéndose en otros más grandes que pueden que no encajen a nuestras necesidades. 

3. Elegir entre ETFs de acumulación y de distribución

Como se ha explicado anteriormente, existen las dos modalidades en el mercado y el inversor debe decidir cuál es su preferencia. 

4. Costes (TER)

Fundamental. A igualdad de condiciones, se debe escoger el TER más bajo. 

Cuanto menor sea el TER (Total expense ratio), es decir, los costes totales, mejor será nuestra rentabilidad. 

5. Domicilio fiscal del fondo 

Para los residentes en la UE, lo más conveniente es que el fondo esté situado en Irlanda dado las ventajas que ofrece este país con las empresas de Estados Unidos (mayoritaria en el mercado de capitalización).

6. Plan de ahorro posible

Esto nos permite automatizar nuestra compra de manera regular sin importar si el precio es caro o barato. A la larga, el precio medio nos dará mejores resultados al no incurrir en costes de oportunidad.  

7. Replicación física si es posible

Existen varios buscadores de ETFs muy útiles en Alemania y que yo suelo utilizar con regularidad.

8. ¿Para quién son adecuados los ETFs?

Por normal general, cualquier inversor privado puede utilizar los ETFs para conseguir sus objetivos financieros, dado la sencillez de entender y su facilidad de uso, así como los buenos rendimientos obtenidos (rendimiento del mercado) por sus bajos costes

Concretamente, es un buen producto financiero para aquellos inversores que: 

  • dispongan de un largo plazo de inversión (más de 15 años) para sus objetivos. No es el mejor producto de inversión para una persona de 80 años y que ahora quisiera empezar a invertir. En ese caso, los rendimientos positivos no están garantizados y dependerán de la situación coyuntural del momento.
  • no dispongan o no quieran dedicarle mucho tiempo a sus inversiones, intentando encontrar los mejores rendimientos posibles. Es decir, para aquellos inversores que se conforman con el sólido 7% medio anual que ofrece el mercado.  
  • sigan una estrategia buy & hold manteniendo sus posiciones hasta la desinversión planificada, independientemente de lo que pase en el mercado. Para aquellos inversores que quieran hacer market timing no es recomendable. 
  • no desean comprarse una vivienda en propiedad a medio plazo. La cuantía para una entrada de una vivienda (concesión de la hipoteca) es tan elevada que se necesita una determinada certidumbre.  
  • tengan paciencia y puedan soportar la volatilidad del mercado sin entrar en pánico. Hay que ser conscientes que puede haber pérdidas anuales del 40%, pero ningún periodo superior a los 15 años de una cartera de ETFs globales ha dado pérdidas a los inversores.  

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1 comentario en “ETFs. Una inversión sencilla para toda la vida”

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