¿Qué harías si te tocan 10.000 euros en lotería?

Imagen cedida por Karl Oss Von Eeja desde Pixabay

Todos hemos soñado alguna vez que nuestro décimo de la lotería se llevaba el premio gordo de Navidad o que dábamos con la combinación ganadora del Euromillón o hacíamos un pleno al quince en la Quiniela.

Ingenuamente pensamos que esa es la solución a todos nuestros problemas o, al menos, a los económicos. En realidad, si tuviéramos la suerte de llevar la contraria a la probabilidad y fuéramos agraciados con el premio, sin unos conocimientos financieros adecuados, no nos serviría mucho

Sin educación financiera, el pobre se mantiene pobre

Lo cierto es que no solemos plantearnos en serio qué haríamos con el dinero caído del cielo y, en el hipotético caso de que ocurriera, lo utilizaríamos seguramente mal. ¿Por qué digo eso? Porque de vez en cuando “ganamos” pequeñas loterías que se suelen desaprovechar.

Todos hemos recibido alguna vez algún bonus extra del trabajo, la devolución de la renta, una herencia o cualquier otra remuneración inesperada que nos dio una pequeña alegría. ¿Te acuerdas de lo que hiciste con el dinero? 

Si recibieras ahora mismo 10.000 €, ¿qué harías? ¿Lo has pensado? Te doy varias opciones:

1. Consumo directo

Intuitivamente la mayoría de las personas dedicarían esos 10.000 euros para a algún capricho: un nuevo coche de gama más alta, un televisor más grande, un ordenador más potente pero innecesario, la renovación de la cocina… y un largo etcétera de artículos más o menos lujosos que no mejoran nuestra calidad de vida

En primer lugar, un artículo de consumo, sea cual sea, nunca nos podrá devolver nada más que una efímera satisfacción. A su vez, estaremos un poquito más lejos de nuestros verdaderos sueños.

¿Cuántas cosas que compraste en algún momento del pasado pululan por tu casa sin ser ya utilizadas o -peor aún- sin saber ni siquiera que las tenías? ¿Eres más feliz por tenerlas? 

Además, nos puede poner en riesgo económico si utilizamos el dinero obtenido como palanca para endeudarnos más. Es decir, para comprar un objeto aún más caro con crédito. No sería la primera vez que algún agraciado con la lotería se arruina algunos años después.   

La cuestión de fondo es que cuando tenemos 10.000 € (o la cantidad que sea) sólo vemos eso: 10.000 €. El pájaro en mano de toda la vida. Es por eso que el consumo directo parece la mejor opción, aunque seguramente es la peor, especialmente si el consumo se hace para mantener el estatus alto como describí en este artículo

Desafortunadamente no somos capaces de observar la potencialidad de los mismos y de los cambios inmediatos que podemos instaurar en nuestra vida. 

En definitiva, desaprovechamos la lotería ganada.

Compramos cosas que no necesitamos, con el dinero que no tenemos para impresionar a personas a las que no les importamos.

Émile Henri Gauvreau

2. Meterlo directamente en el banco

Aunque a primera vista pareciera que el ahorro es una buena opción, la realidad nos indica que depositar el dinero en el banco no hace otra cosa que perder su valor debido a la inflación. Con una inflación media histórica del 2,2%, 10.000 € se convierten respectivamente en 8.000€ en 10 años, en 6.400 en 20 años, en 5.130 € en 30 años, en 4.100 € en 40 años…

Cuando la inflación roza los dos dígitos… pues imagínate lo rápido que te haces pobre y cómo esa lotería se esfuma enseguida.

Pérdida de poder adquisitivo por la inflación
Gráfico 1. Pérdida valor real debido a la inflación. Elaboración propia

3. Saldar alguna deuda

La opción de saldar las deudas es legítima para intentar reducir los intereses que hay que pagar a la entidad prestamista.

Sin embargo, los bancos y otras entidades crediticias suelen cobrar en las primeras cuotas la mayor parte de los intereses y en las últimas, el principal (la cantidad realmente prestada). Es decir, en una cuota constante, con cada mes que transcurre, se pagan menos intereses y más del principal. Si el pago de la deuda está avanzado, puede que amortizar directamente no compense y se asuma un coste de oportunidad por el interés compuesto.

Por otra parte, la deuda ya estaba planificada en tu presupuesto mensual.

En el caso contrario y si no eres disciplinado, es posible que no seas capaz de ahorrar esa cantidad con la cuota equivalente que ya no estarías pagando por la deuda.

Al final, te encuentras en la disyuntiva de elegir entre disponer de 10.000 € ahora o en el futuro después de tu ahorro. De hecho, 10.000 € futuros valen menos que los mismos 10.000 € en el presente debido a la inflación como ya se ha mencionado con anterioridad. 

4. Donación

Esta opción no es la más habitual a la hora de la verdad. No digo ahora cuando estás leyendo que todos somos teóricamente muy generosos. Digo cuando uno tiene realmente el dinero en su mano. Tampoco necesitamos mentirnos. Pero sí es así, me quito el sombrero de corazón y no tengo nada más que decir. 

Si quieres saber cómo funcionan las donaciones en Alemania puedes leer aquí el artículo que escribí en su momento. Quizá también te interese el voluntariado en Alemania.

5. Un viaje o una experiencia única y/o inolvidable

Si el dinero de esa lotería se dedica a un viaje inolvidable, es una verdadera experiencia enriquecedora que puede cambiar y mejorar el transcurso de nuestra vida. Por ejemplo, encontrar el amor de tu vida en Latinoamérica o la espiritualidad interna ascendiendo el Himalaya… 

Fíjate la gran diferencia con el puro consumo del primer punto.

En términos estrictamente económicos, esos 10.000 € “invertidos” nos podrían retornar aún más dinero con un libro narrando nuestras aventuras o con las fotografías tomadas. Y aunque no sea así, la propia experiencia en sí puede tener potencialmente un valor incalculable

Sin duda, es una buena opción siempre y cuando cumplamos nuestros propios sueños y metas o estén alineados con ellos.

Gastarse el dinero para alardear simplemente en las redes sociales de que se ha viajado a tal sitio u otro, no me parece muy positivo.

6. Formación

Seguramente haya un grupo menor de personas que lo dedicaría a su propia formación académica o desarrollo personal.

Sería una excelente oportunidad para realizar ese curso de piloto de aviación que siempre soñaste, ese curso de inglés en Nueva Zelanda o ese máster de la especialidad deseada que te colocaría en una mejor posición laboral. 

La pregunta sería, ¿estarías dispuesto a arriesgarte a hacer una formación intensiva durante un año que te costase 10.000 € para luego alcanzar un puesto de trabajo con un salario por encima de los 80.000 € o 100.000 € anuales? ¿Te habías planteado alguna vez esta pregunta o similar?  

Aquí es dónde se empieza a ver la potencialidad del dinero y del valor de la persona. El cortoplacismo contra la estrategia.  

7. Crear una propia empresa o proyecto

Esta idea no está muy bien valorada en la sociedad actual donde lo máximo es ser funcionario.

No obstante, puede traer grandes retornos si tus productos y/o servicios ofrecen un gran valor y son capaces de atraer a una gran clientela.

Primero el valor generados a otros. Después, el dinero

Dependerá de lo bueno, lo innovador, lo eficiente que seas… Es cierto que también puede dejarte a cero. En cualquier caso, no puede considerarse nunca un fracaso por todo el aprendizaje durante el camino

El mayor fracaso es NO EMPEZAR

Cabe recalcar que no todos somos ni Steve Jobs ni Elon Musk. Ni siquiera pretendemos serlo. Pero si tienes una idea o algún proyecto personal que quieras iniciar, este pellizco es un buen empujón hacia delante. 

8. Invertir adecuadamente y multiplicar tu dinero

Aquí es dónde realmente nos falta la cultura financiera. Te invito a que revises este artículo con las excusas para no invertir que te invita a reflexionar y ser honestos con nosotros mismos.

¿Sabes que esos 10.000 € iniciales se pueden convertir en 40.000 €, en 80.000 € o en 160.000 € sin hacer prácticamente nada? Seguramente, no te lo creas, pero es matemáticamente correcto

Imagen de Nattanan Kanchanaprat cedida por Pixabay

Hay una regla empírica que dice que una inversión diversificada duplica su valor cada diez años, descontando ya la inflación.

Tiempo de la inversiónValor de la inversión
10 años20.000 €
20 años40.000 €
30 años80.000 €
40 años160.000 €
Tabla 1. Evolución de una inversión de 10.000 € durante 40 años. Elaboración propia.

¿Te ha pasado alguna vez que has encontrado un billete de 5 € en alguna chaqueta vieja? ¿Te alegraste? Pues imagínate lo contento que se pondría tu yo del futuro recibiendo semejante regalo. Porque no recibirá los 10.000 € “olvidados”, sino una cantidad que se ha multiplicado por 2, 4, 8 o 16 respectivamente. 

¿No me crees? Te comprendo, yo tampoco lo hacía. Pero es verdad.

Los datos históricos de más de 100 años así lo demuestran. Cualquier índice global que esté lo suficientemente diversificado por países, sectores, por volumen… tiene a largo plazo un rendimiento medio anual del 7,2%.

Y esto a pesar de dos guerras mundiales, guerra fría, crisis de petróleo, numerosas crisis económicas… 

Mira los siguientes gráficos:

Evolución histórica del S&P500 desde 1928

Gráfico 2. Evolución del S&P500 desde 1928. En gris las recesiones y crisis económicas. Fuente: Macrotrends.net

Evolución del MSCI World

MSCI World histórico
Gráfico 3. Evolución del índice global MSCI desde su inicio en 1969.

Como se puede apreciar en ambos gráficos, tanto la economía estadounidense (S&P500) como la global, representada por el índice MSCI World (unas 1500 empresas de 23 países desarrollados) se han recuperado siempre a pesar de las grandes crisis que han sufrido a lo largo de la historia.

De hecho, no hay ningún período de 15 años consecutivos en el que el inversor haya perdido dinero como ya demostré en el siguiente artículo.

Gráfico 4. Comportamiento del MSCI World según diferentes períodos de tiempo. Elaboración propia con los datos oficiales del MSCI.

Si te decides a invertir, te recomiendo que apliques las reglas básicas que debes tener en cuenta para obtener los rendimientos deseados para tu nivel de riesgo. Una buena opción son los ETFs ya que te permite una gran diversificación a un precio muy bajo.

Conclusión

Ahora, después de haber leído esto, piensa realmente qué harías si te tocase la lotería de verdad: Los 320.000 € (ya libres de impuestos) de tu décimo de Navidad.

¿Te comprarías un coche o una vivienda? ¿O ambos? ¿O esperarías mejor 10 o 15 años sabiendo que tu dinero se va a doblar, triplicar y te podrías jubilar bastante pronto y cómodamente? ¿Qué situación tendría mayor impacto en tu vida? ¿Cuáles son tus prioridades?

Yo no puedo contestar por ti, pero sé cuál es el camino fácil de escoger y cuál el que verdaderamente da frutos. 

Con los números grandes siempre todo es más bonito y los grandes sueños corren deprisa en nuestra mente, pero ¿qué hacemos con las pequeñas loterías de 100 €?

Entrenar, entrenar y entrenar

Si aprendes a jugar con malas cartas, cuando llegue la gran lotería, ya sabrás cómo actuar entonces.

Es muy fácil pensar que con 100 € no se va a ningún sitio, pero con esa gota a gota, ese grano a grano, ese partido a partido se consiguen cosas maravillosas. 

A mí particularmente, desde hace un par de años, me tocan esas pequeñas loterías cada año: la declaración de la renta, un bonus de la empresa, mi cumpleaños, una reducción de impuestos, donación… 

¿Qué hice con ese dinero?

Pues inicié este blog con sus gastos iniciales, invertí y sigo invirtiendo en mi formación, viajé a sitios nuevos para adquirir nuevas experiencias, fortalecí mi fondo de emergencia, empecé a invertir en bolsa para mi jubilación.

Decisiones todas ellas estratégicas que mejoran tanto mi presente como mi futuro.  

Y a ti, ¿cuántas veces te toca la lotería?

Y lo que es más importante,

¿cómo te han ayudado a estar más cerca de tus sueños?

Si te ha servido de utilidad, puedes invitarme a un café. Con eso, no sólo recompensas mis muchas horas de trabajo, sino que también me ayudas a mejorar la página web, así como el acceso a bases de datos más completas. ¡Mil gracias!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Índice
Scroll al inicio